11 jun 2010

Golondrinas




Mientras se diluye, la vida pasa. Todas las cosas nos son ajenas, Lucilio, sólo el tiempo es nuestro; la naturaleza no nos ha dado en posesión absolutamente nada que sea fugaz o inseguro, alejándose del que anhela algo. Pero es tal la necedad de los mortales que, teniendo unos pocos bienes ínfimos, sin duda inestables, sufren deseando apropiárselos; no así desean apropiarse del tiempo, pues nadie juzga estar en deuda con él, aunque a veces es el único bien preciado, y ni siquiera éste puede restituirse.
Lucio Ánneo Séneca, Cartas a Lucilio


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